viernes, 21 de octubre de 2011

Activistas se Toman Sede del Congreso en Santiago

Estudiantes y ambientalistas hicieron fracasar sesión en la que ministro Bulnes discutía presupuesto de educación. Activistas abandonaron anoche las dependencias y fueron detenidos.

Desde las 12:30 horas de ayer Jueves 20, la sede de Santiago del Senado de la República de Chile fue ocupada por estudiantes, ambientalistas, minorías sexuales y otras organizaciones sociales que exigen un plebiscito para resolver las demandas ciudadanas, que la clase política no ha sido capaz de dar respuesta.

A las 22:00 horas aproximadamente se desalojó el Congreso de manera pacífica, y 47 personas fueron detenidas y conducidas hasta la 3ª Comisaría, en el Centro de Santiago. Se informó en horas de la madrugada que serían citados al juzgado, acusados de desacato.

A pesar de que hubo un acuerdo previo de que nadie sería detenido, Carabineros subió a todas las personas que iban saliendo a buses para llevarles detenidas y hacer control de identidad.

El diputado DC, Gabriel Silver, quien le requirió al Coronel Fernández, de Fuerzas Especiales, que le diera explicaciones por qué se llevaban detenidos a los y las manifestantes, y éste se rió y le dijo que no le daría ninguna explicación, que solo lo haría con el magistrado.
Otros y otras manifestantes, quienes estaban afuera del edificio, fueron repelidas por carros lanza aguas y actuó un piquete de Fuerzas Especiales de Carabineros.

El comunicado de la toma es el que sigue:

Chile cumplió más de dos décadas desde el término de la dictadura, en que su soberanía fue secuestrada por la clase política, la que optó por vivir de espaldas a los ciudadanos, en impúdico maridaje con los grandes señores del dinero. Un sistema electoral que deformó la voluntad ciudadana y cerrojos constitucionales que petrificaron las normas impuestas por el dictador, terminaron por desesperanzar a millones, que percibieron que su participación no podía cambiar nada. Para mayor seguridad, desde el poder se preocuparon de asfixiar a los medios de comunicación que pudiesen dar una voz alternativa y de financiar generosamente con los dineros de todos los chilenos a los monopolios de la prensa. Cuando todo ello fallaba, la represión aparecía como en otras épocas e imponía el silencio de la muerte de tanto en tanto.


Y así vivimos muchas “elecciones”, donde en verdad se convocaba a la gente a presenciar un brutal derroche publicitario que sólo permitía participar con posibilidades a los de riqueza propia o a los que por adelantado vendían sus servicios políticos. En definitiva, sólo se podía optar por dos versiones de lo mismo. Y después de la elección, en agradecida retribución, se entregaban cargos claves del Gobierno a los representantes de los mismos intereses que supuestamente había que regular y fiscalizar. En el Parlamento, también esos intereses quedaban con mayordomos instalados. Ha sido una época en que de acuerdo al refrán popular, los gatos se hicieron cargo de la carnicería.


Esta falta de soberanía ciudadana, esta mascarada de democracia, hizo posible que campeara el abuso de los poderosos, la depredación de nuestra naturaleza, el avasallamiento de las comunidades locales y regionales, el atropello de nuestros pueblos originarios, la falta de igualdades civiles y niveles de inequidad social difíciles de encontrar en otras partes del mundo. Mientras, los que ejercían el poder político profitaban cómodamente de los recursos públicos, acumulando, hasta hoy, irritantes privilegios.


Pero la ciudadanía se cansó del abuso. Hoy ha despertado y ha salido a las calles a exigir respeto. Ha entendido que en Chile deben haber cambios profundos y que ello ocurrirá sólo cuando las cosas comiencen a ser como deben ser: Que los ciudadanos manden y los Gobiernos y Parlamentos obedezcan.


La clase política, no obstante, se resiste a aceptar que la Democracia deje de ser una cáscara vacía que sólo sirva para hacer eco de su propia voz. Desde el Gobierno se escatiman los cambios y se reprime. Desde el Congreso, vemos intentos de cooptar la energía social y administrarla para que nuevamente, cambien algunas cosas para que nada realmente importante sea cambiado.


Sin embargo, la tensión se acumula y la crisis se agrava ante la incapacidad del sistema político de responder a las exigencias sociales. Chile exige soluciones y estas no pueden venir de una clase política de tan precaria representatividad y cada día más desprestigiada. El único que puede y debe decidir los grandes conflictos de Chile es el mismo pueblo chileno, recuperando para si el ejercicio directo de la soberanía secuestrada.


Es por todo lo anterior que hoy exigimos al Congreso Nacional que le restituya de inmediato la soberanía a los ciudadanos, instituyendo el plebiscito vinculante como la herramienta con la que los chilenos y las chilenas podremos resolver directa y legítimamente los grandes conflictos del país y comenzar a construir en paz una Nueva y Real Democracia.


Santiago, 20 de octubre de 2011.


Democracia para Chile
Que la Mayoría Decida
¡Plebiscito Ahora!

2 comentarios:

  1. Es tal la resistencia de la clase politica y el Gobierno que deberian de reconocer de una vez por todas que los encapuchados son contratados por ellos... el objetivo... hacer creer a la ciudadania que el movimiento estudiantil se esta debilitando y que esta lleno de terrorista.
    Han visto algún encapuchado que se le detenga con violencia?
    Han escuchado de algún fallo ejemplar que se haya dictado en alguna corte del país para estos encapuchados?

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  2. ....y aunque hubieran sectores ultras que participan de esta movilización, que a la larga, hacen un flaco favor a la grán lucha estudiantil,claramente son los menos.Es el Gobierno el que pretende sobredimensionarlos para reprimir a la movilización en su conjunto.

    Indignado.

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