El bono por término de conflicto, de casi $17 millones, entregado por Codelco a los trabajadores de Chuquicamata levantó la polémica a través de las redes sociales, donde el monto fue considerado excesivo, comparado con lo que se recibe en otros sectores económicos.
Para Marcos Kremerman, director de la Fundación Sol, la política laboral impulsada por la empresa pública refleja un problema de fondo en el empresariado chileno: La preferencia por otorgar bonos, que tienen un efecto de corto plazo, en vez de aumentar la distribución de las utilidades con los trabajadores, con lo que se pierde el valor del trabajo.
Utilidades versus Bonos
-Qué les parece la entrega de este monto como bono. ¿Es algo positivo o no para el mercado laboral?
-Hay varias aristas en el tema del bono. En primer lugar, las utilidades no se distribuyen en sintonía con los niveles que están generando las grandes empresas, porque la cláusula de repactación de utilidades -que son las gratificaciones que está en el artículo 47 del Código del Trabajo y, principalmente, el artículo 50, que reparte 25% de las remuneraciones con un tope de 4,75 ingresos mínimos- es una cláusula usada mayoritariamente por las empresas. En términos tácticos, en lugares en que se generan muchas utilidades, se termina repartiendo a veces menos del 2%,1% y 0,5% de las utilidades. Entonces, a veces estos bonos vienen a compensar un poco estas falencias de la repartición de utilidades.
-¿Cuál sería la otra arista en el tema?
-Tenemos el caso de que en muchos procesos de negociación colectiva, en distintos sectores, las empresas prefieren utilizar el bono, como mecanismo de reajuste o como una manera de resolver las negociaciones colectivas, por sobre el reajuste de los sueldos. Hay negociaciones donde se dan ambas cosas, pero en general la primacía es aplicar este instrumento del bono, que no se transforma en un costo fijo para la empresa y no genera un mayor valor del trabajo, que es la discusión que se debería dar en Chile, terminando por postergar los reajustes de los sueldos.
-¿Cómo se lee esto en el caso de Codelco?
-En términos de distribución de utilidades, uno podría justificar bonos de estas características en empresas donde existen utilidades enormes, como la minería y otros sectores productivos. Hay que tener cuidado con estos mecanismos, porque son utilizados por las empresas para sustituir las negociaciones colectivas de los reajustes salariales.
Solución Rápida
-Entonces esto sería una solución cortoplacista para el trabajador.
-Claro, porque no está en relación al valor del trabajo. Hay empresas donde se realizan ambos factores, pero cuando tenemos supremacía por el bono finalmente se termina transformando en una sustitución de corto plazo que no genera aumento en el costo fijo y que no genera un mayor valor del trabajo, sustituyendo al reajuste.
-Ustedes escribieron en Twitter que la entrega del bono convierte a los trabajadores en consumidores.
-Más allá de cuestionar el valor del bono, si uno se mete en las cifras de utilidades de las empresas, las grandes empresas debería acercarse a la repartición del 30% de las utilidades. Nuestra crítica excede a la negociación de Codelco y de la minería, es una crítica en torno al proceso de negociación colectiva en Chile, donde las empresas sustituyen los reajuste salariales con la entrega de bonos por término de conflictos, transformando a los trabajadores endeudados en consumidores, por sobre la idea de recuperar el sentido del trabajo y la conciencia de la posición que ellos ocupan.
Esta Noticia Proviene de AQUí
Para Marcos Kremerman, director de la Fundación Sol, la política laboral impulsada por la empresa pública refleja un problema de fondo en el empresariado chileno: La preferencia por otorgar bonos, que tienen un efecto de corto plazo, en vez de aumentar la distribución de las utilidades con los trabajadores, con lo que se pierde el valor del trabajo.
Utilidades versus Bonos
-Qué les parece la entrega de este monto como bono. ¿Es algo positivo o no para el mercado laboral?
-Hay varias aristas en el tema del bono. En primer lugar, las utilidades no se distribuyen en sintonía con los niveles que están generando las grandes empresas, porque la cláusula de repactación de utilidades -que son las gratificaciones que está en el artículo 47 del Código del Trabajo y, principalmente, el artículo 50, que reparte 25% de las remuneraciones con un tope de 4,75 ingresos mínimos- es una cláusula usada mayoritariamente por las empresas. En términos tácticos, en lugares en que se generan muchas utilidades, se termina repartiendo a veces menos del 2%,1% y 0,5% de las utilidades. Entonces, a veces estos bonos vienen a compensar un poco estas falencias de la repartición de utilidades.
-¿Cuál sería la otra arista en el tema?
-Tenemos el caso de que en muchos procesos de negociación colectiva, en distintos sectores, las empresas prefieren utilizar el bono, como mecanismo de reajuste o como una manera de resolver las negociaciones colectivas, por sobre el reajuste de los sueldos. Hay negociaciones donde se dan ambas cosas, pero en general la primacía es aplicar este instrumento del bono, que no se transforma en un costo fijo para la empresa y no genera un mayor valor del trabajo, que es la discusión que se debería dar en Chile, terminando por postergar los reajustes de los sueldos.
-¿Cómo se lee esto en el caso de Codelco?
-En términos de distribución de utilidades, uno podría justificar bonos de estas características en empresas donde existen utilidades enormes, como la minería y otros sectores productivos. Hay que tener cuidado con estos mecanismos, porque son utilizados por las empresas para sustituir las negociaciones colectivas de los reajustes salariales.
Solución Rápida
-Entonces esto sería una solución cortoplacista para el trabajador.
-Claro, porque no está en relación al valor del trabajo. Hay empresas donde se realizan ambos factores, pero cuando tenemos supremacía por el bono finalmente se termina transformando en una sustitución de corto plazo que no genera aumento en el costo fijo y que no genera un mayor valor del trabajo, sustituyendo al reajuste.
-Ustedes escribieron en Twitter que la entrega del bono convierte a los trabajadores en consumidores.
-Más allá de cuestionar el valor del bono, si uno se mete en las cifras de utilidades de las empresas, las grandes empresas debería acercarse a la repartición del 30% de las utilidades. Nuestra crítica excede a la negociación de Codelco y de la minería, es una crítica en torno al proceso de negociación colectiva en Chile, donde las empresas sustituyen los reajuste salariales con la entrega de bonos por término de conflictos, transformando a los trabajadores endeudados en consumidores, por sobre la idea de recuperar el sentido del trabajo y la conciencia de la posición que ellos ocupan.
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