lunes, 30 de mayo de 2011

Carta de Luis Sepúlveda a Sebastián Piñera.


Excelentísimo señor
Don Sebastián Piñera
Presidente de la República de Chile
Palacio de La Moneda Santiago de Chile.
Ciudadano Presidente:

Soy un escritor nacido en Chile y un profundo conocedor de La Patagonia y la Tierra del Fuego. En muchos de mis libros traducidos a un gran número de idiomas está presente la vida, gentes y sueños de esa región austral que amo y defiendo con el mismo sano y pacífico tesón que sus habitantes.
Hace muy pocos años desde las mismas oficinas en las que hoy usted ejerce la función de gobierno, y desde la elegante frialdad de algunos bancos, se intentó perpetrar un crimen medioambiental contra la Patagonia, específicamente contra la región de Aysén. Una empresa llamada Noranda, con domicilio postal en Canadá y domicilio fiscal en el paraíso tributario de las Islas Caimán, valiéndose de la odiosa Ley de Aguas chilena, una de las más liberales del planeta, pretendía bloquear, detener su curso, matar, tres ríos que desembocan en el Gran Fiordo de Aysén, para construir tres centrales hidroeléctricas que darían energía a una fábrica de aluminio, una de las industrias más contaminantes, y a un puerto destinado a recibir la bauxita y otros minerales. La oposición de los habitantes de Aysén fue muy decidida.
Desde la seriedad de un proyecto económico, social y cultural alternativo llamado “Aysén Proyecto de Vida”, los aproximadamente cuarenta mil habitantes de Puerto Aysén, Puerto Chacabuco, Coyhaique y otros poblados que con ese crimen de “emprendedores” verían seriamente afectada su vida, su cultura y sus esperanzas, su presente y su futuro, fueron injustamente ofendidos por el Ministro de Economía de entonces, don Sergio Rodríguez Grossi, quien aseguró que, en términos macroeconómicos cuarenta mil seres humanos eran “nadie”.
Pero a esos “nadie” se unieron otros “nadie” en todo el mundo, porque la preocupación medioambiental, ecológica y en aras de una economía sustentable es parte del imaginario de futuro que mueve a millones de mujeres y hombres que quieren ser ciudadanos antes que consumidores. Esos “nadie” pidieron algo muy simple y legítimo: un estudio de impacto ambiental realizado por un organismo científico independiente, no por la misma empresa impulsora del proyecto o por un gobierno directamente implicado y partícipe de los intereses empresariales. Y esos “nadie”, que fueron groseramente calificados como eco-terroristas, consiguieron detener, al menos temporalmente, uno de los mayores atentados criminales contra la Patagonia.
Yo fui uno de esos “nadie”, ciudadano Presidente, hice un documental llamado Corazón Verde, el film fue premiado en el festival de Cine de Venecia, y sirvió para que esos cuarenta mil y tantos “Nadie” se sintieran acompañados por los cientos de miles de otros “Nadie” que defienden La Patagonia, el prístino mundo austral que es patrimonio de toda la humanidad. Soy uno de los tantos que paralizaron “una inversión de siete mil millones de dólares”, y como los ríos que intentaron matar siguen desembocando en el Gran Fiordo de Aysén, asumo esa culpa con orgullo.
Ahora, ciudadano Presidente, nos enfrentamos a una nueva desproporción, a un nuevo intento de terminar con la vida de una de las últimas regiones no contaminadas del planeta, y por eso mismo de un valor incalculable. El valor de la Patagonia, de su naturaleza vital, de sus gentes, de sus sueños y esperanzas, no puede ser decidido ni calculado, ni en sus oficinas presidenciales, ni en la bolsa de valores, y mucho menos en la mesa innoble del consejo de accionistas de las empresas energéticas que pretenden la aprobación del megaproyecto llamado Hidroaysén.
Usted, ciudadano Presidente, declaró monumento nacional al caballo chileno, y con razón. Cuando lo hizo, muchos respiramos satisfechos pues su declaración salvó al soberbio caballo chileno de cualquier experimentación genética. ¿No cree usted, ciudadano Presidente, que una línea de territorio nacional de dos mil trescientos kilómetros de largo por cien metros de ancho, también merece el mismo trato digno que otorgó al caballo chileno? ¿Es usted capaz de imaginar una extensión de veintitrés mil hectáreas? Es difícil convertir los números en imagen. Lo invito a imaginar veintitrés mil estadios de futbol, uno junto al otro. E imagínelos llenos de árboles, de bosques, no de burdas plantaciones de pino o eucaliptos, sino del noble bosque nativo chileno, de la maravillosa diversidad forestal, de la fauna que habita en esos bosques, y de las gentes, de los chilenos y chilenas que conocen esos bosques y los aman. Hidroaysén, ciudadano Presidente, significa la completa deforestación, la aniquilación, el exterminio de veintitrés mil hectáreas de bosque chileno.
Yo sí puedo imaginar esa extensión, porque conozco la Patagonia, porque amo el mundo austral, a sus gentes, a sus sueños y esperanzas, y por eso me opongo a la realización de ese crimen de lesa ecología y lesa humanidad que se llama Hidroaysén.
Hace muy pocos días, ciudadano Presidente, usted declaró que Adán y Eva fueron los primeros “emprendedores”, porque se atrevieron a comer del fruto prohibido. Al margen de las apreciaciones que tenga la iglesia católica o los productores de manzanas tras su afirmación, me permito recordarle que la Patagonia no es una manzana, sino un territorio cuyo mayor valor reside en su pureza ambiental, y habitado por ciudadanas y ciudadanos de la República de Chile que, por esa misma condición tienen derecho a manifestar su aprobación o desacuerdo con el proyecto Hidroaysén.
Pero ocurre que los “emprendedores” e instigadores del macrocrimen ambiental han ignorado la opinión ciudadana.
El estudio de Impacto Ambiental para Hydroaysén ha ignorado las opiniones ciudadanas, no ha existido la participación libre de presiones y democrática que la legalidad garantiza.
Es un informe viciado, y eso lo sabe usted, ciudadano Presidente, y si no es así, consulte a sus ministros. Hasta las 13.30 horas del día 26 de abril el Informe de Impacto Ambiental estaba rotulado como “inconforme”, pero a las 2 de la tarde de ese mismo día y sin que intervinieran más que funcionarios de la Oficina del Departamento de Desarrollo Urbano y un señor llamado Nicolás Terrazas, a su vez  funcionario del Ministerio de Vivienda, la evaluación del Estudio de Impacto Ambiental paso de “inconforme” a “conforme”.
“Poderoso Caballero es Don Dinero” escribió el gran Francisco de Quevedo y Villegas, pues se da la casualidad que otro miembro de la familia Terrazas, a saber don Pablo, hermano de Nicolás, es propietario de varios terrenos que resultarían inundados si se lleva a cabo el proyecto Hidroaysén, asegurándole una más que jugosa indemnización.
Tan sólo este hecho, este detalle, ciudadano Presidente, vicia por conflicto de intereses (eufemismo para esconder la palabra corrupción) todas las consideraciones acerca del Estudio de Impacto Ambiental y, desde la más estricta legalidad, aconseja paralizar la aprobación del proyecto Hidroaysén.
Sin embargo, usted que ocupa el más alto cargo en la República de Chile, más allá de las triquiñuelas ideadas por subalternos a los que debe despedir de manera fulminante, debe considerar que se está enfrentando a la historia, que siempre juzga, aunque tarde, mas juzga de manera clara y contundente.
En un futuro próximo un busto suyo ocupará un lugar en la galería de los adustos ex presidentes chilenos, y cuando un encargado de limpieza le sacuda el polvo con un plumero, de usted depende que ese hombre diga con admiración: estoy quitándole el polvo al busto de un ex presidente que salvó de la destrucción a la Patagonia, o que simplemente pase de largo y se niegue a desempolvar la imagen del destructor de una de las regiones más bellas y puras del planeta. De Usted depende, ciudadano Presidente.
Con mi más alta consideración


Luis Sepúlveda
Escritor
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Toulon, Francia
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Urbino, Italia
Caballero de las Artes y Las Letras de la República Francesa
Gijón, 10 de mayo de 2011 

viernes, 27 de mayo de 2011

Educación Superior ¿Quién paga la cuenta?-Manuel Riesco L.

El desmantelamiento del sistema nacional de educación pública tras el golpe militar de 1973 y su sucesiva privatización, es la causa principal de su crisis actual. Ha reducido la matrícula general en relación a la población total, deteriorado severamente la calidad de la educación y descargado sobre las familias la mitad del costo de la misma y casi el total en el nivel superior. Es imperioso terminar con una política que privilegia la privatización y reconstruir el sistema nacional de educación pública gratuita en todos sus niveles. En lo que sigue se abordan algunos aspectos de un punto de este programa: la reconstrucción del sistema nacional de educación superior gratuita. 

Hacia 1973, el Estado de Chile matriculaba un 30 % de su población total en establecimientos gratuitos y de reconocida buena calidad, pertenecientes al sistema nacional de educación pública en todos sus niveles. Constituyó uno de los principales logros históricos de la bien notable obra desarrollista de una sucesión de gobiernos, de variados colores políticos. Principalmente aquellos que, a lo largo del medio siglo que va desde el 11 de septiembre de 1924 hasta el 11 de septiembre de 1973, transformaron de arriba abajo la sociedad chilena, de una vez y para siempre.
Al término de la dictadura de Pinochet, dicha proporción se había reducido a 25 por ciento, considerando a todos los matriculados en establecimientos educacionales, públicos y privados, en todos los niveles. El 2009 alcanzó al 26% de los habitantes del país.

Así parte este interesante articulo escrito por el economista Manuel Riesco en marzo de 2011 y que reproducimos integramente AQUí

viernes, 20 de mayo de 2011

Lota y Coronel Protestan Contra el TAG !!

El proyecto de concesión de la Ruta 160 significa no solo un nuevo peaje que empobrecerá aún más a los habitantes de la ex cuenca del carbón, sino que además significa la muerte para un proyecto de transporte soñado por los habitantes de la ex zona minera: la ampliación del tren urbano de acercamiento (Biotren).
Diversas movilizaciones se registraron durante este viernes 20 de mayo a los largo de la polémica "Ruta 160".   Temprano en la mañana fueron los estudiantes secundarios los que iniciaron las protestas ocupando la ruta en San Pedro y Coronel, en dichas protestas participaron alumnos del CEAT de San Pedro e Industrial Metodistas en Coronel.

Horas más tarde se iniciaron dos marchas, una en Lota que partió en la Plaza de Armas, recorrió Lota Alto, Polvorín, hasta llegar al sector de Punta Diamante, donde los manifestantes que bordearon las 300 personas, procedieron a interrumpir la Ruta 160.   Y paralelamente, otra en Coronel una marcha mayor a la anterior recorrió prácticamente toda la comuna, partiendo en la Plaza de Armas, cruzando el centro del ex puerto minero, pasando por Villa Mora, Camilo Olavarria, Lagunillas, llegando hasta la antigua estación de ferrocarriles en Escuadrón, allí los cerca de mil manifestantes interrumpieron el transito en las 4 pistas de la ruta 160, por más de una hora (11:45 a 13:15) generando una congestión de kilómetros, la que paradójicamente era aplaudida por los automovilistas afectados.
Hay que destacar que en ninguna de las movilizaciones se hicieron presentes los alcaldes de las comunas.
Para mañana se espera una nueva protesta contra la privatización de la Ruta 160, esta vez serán los vecinos de San Pedro, los que marcharan hasta Concepción, saliendo a las 10:00 A.M. desde la Población Pablo Agrem, Ruta 160 al llegar a Michaihue, para luego dirigirse a La Plaza España en Concepción.
(www.rsumen.cl)

domingo, 15 de mayo de 2011

Huelga en Pesquera el Golfo: Trabajadores de Planta logran acuerdo con empresa, Tripulantes Continúan en Huelga

Sergio Vera, Presidente del Sindicato de Tripulantes de naves rastreras de la provincia de Concepción comentó que lo que exigen los 46 trabajadores tripulantes es un aumento de su sueldo base y un bono de término de negociación. Esto ya que consideran que su condición laboral es inestable, pues “dependemos del recurso del mar, hoy éste escasea, lo que nos perjudica”, igualmente es sacrificado, los tripulantes deben embarcarse por una cantidad de días donde muchas veces no duermen buscando peces que capturar, muchas veces pasan más de 48 horas sin descanso, para los trabajadores este sacrificio debe compensarse con un mejor sueldo.

 Los tripulantes continuarán en huelga hasta lograr sus objetivos.“Creemos que nuestras demandas son justas, ya que hoy se están fusionando la pesquera Itata y el Golfo, empresas que tienen solvencia y pueden cumplir nuestras demandas”.


 8 días en huelga estuvieron los trabajadores de planta de la pesquera, movilización que hoy culminó con un acuerdo que contempla: un bono de término de conflicto de 500 mil pesos, y un aumento de 7% al sueldo de los trabajadores que ganan menos de 250 mil pesos y de un 5% a los que ganan más de 250 mil pesos.

Sin embargo, los trabajadores aseguran que la movilización no termina aquí, pues continuarán planteando otros problemas que los aquejan como las enfermedades laborales  que ellos sufren son reiterativas como tendinitis y manguito rotatorio, esto a raíz del trabajo que efectúan. Ante estas dolencias la empresa hace vista gorda, aseguran los trabajadores, pues no se consideran como enfermedades laborales, “hoy hay más de 50 compañeros en esta condición”. A través de la FESIP (Federación de Sindicatos de la Industria Pesquera) están levantando una mesa regional con las autoridades para tratar este tema y otros.


 Finalmente aseguran que “nosotros estamos alertas ante la nueva ley de pesca, las funciones de empresas pesqueras y la baja en el recurso marino, pues no sabemos el panorama laboral que se nos avecina: más despidos o cambios en el contrato, pero lo que sí tenemos claro es que queremos participar en la creación de una nueva ley de pesca para velar por los intereses de los trabajadores”.

( resumen.cl)

miércoles, 11 de mayo de 2011

Punta Arenas, Antofagasta y Concepción son las ciudades con el pan más caro del país, que supera los $1.100 el kilo

 El 61% de los establecimientos que se dedican a la venta de pan corriente en Santiago exhiben precios que alcanzan o superan los $900. A su vez, el 44% de los locales que comercializan el producto en regiones ya muestran valores que parten en los $1.000 y donde sus locatarios justifican el mayor precio por uso de harinas de mejor calidad y procesos de cocción con hornos de mayor precio, que generan un mejor producto final.
Así lo constató el primer sondeo del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) a 96 panaderías y supermercados de la capital y por el catastro de "El Mercurio" a otros 55 establecimientos en regiones. El Sernac consignó que las diferencias entre el mayor y el menor precio en locales capitalinos alcanza al 74%.
El monto más alto en Santiago es de $1.190 en el supermercado San Rosendo de Las Condes, y el más bajo es el del Tottus de La Florida, con $685 por kilo.
En regiones, este producto básico muestra sus mayores precios en la panadería El Sol de Antofagasta ($1.300), mientras que el más económico se puede hallar en el local Smolko, ubicado en Valdivia, a $748 el kilo.
Las regiones que registran los precios promedio del pan corriente más elevados son Antofagasta, Punta Arenas y Concepción. En las tres ciudades el kilo supera los $1.000. Por el contrario, las zonas que exhiben los menores valores son Puerto Montt ($862), Santiago ($920), Rancagua ($921) y Talca ($876).

La calidad del pan, de acuerdo con Fechipan, pasa por la procedencia de la harina y el horno utilizado. Valor del producto en Sudamérica

Entre ocho países sondeados en Sudamérica, Chile exhibe el cuarto mayor precio promedio por un kilo de pan, registrando un valor de US$ 1,9.
En el liderazgo, y bastante distanciados del resto de los países de la región, aparecen Brasil, con un valor de US$ 5,5 ($2.600 aproximadamente) por kilo de pan, y Colombia, que alcanza los US$ 5,3 por la misma medida. En una segunda categoría aparecen Uruguay, con un precio de US$ 3; Argentina, con US$ 2, y Chile, con el ya citado valor. Mientras tanto, dentro de países donde el producto es bastante más económico aparecen Ecuador, con US$ 1,8; Perú, alcanzando los US$ 1,7 por kilo, y Venezuela, promediando los US$ 1,28.
(http://diario.elmercurio.com)